Esta mañana quería hacer algo diferente. Mirando lo que tenía en casa me he animado a hacer estos bollos suizos para la merienda y la verdad es que están de rechupete.
Sabemos que elaborar masa de bollería no es fácil, necesitamos paciencia y dedicación y no siempre obtenemos el beneficio que deseamos. Un día lluvioso como hoy que no apetece ir a ningún sitio se puede probar y si al final salen bien será una mañana muy gratificante.
La verdad que el olor que desprende el horno a la hora de cocinarlo es especial.
Buenísimos.
Ingredientes para 8 bollos suizos:
90 gr. de leche
100 gr. de azúcar
60 gr. de mantequilla
25 gr. de levadura de panaderia
2 huevos
400 gr. de harina
una pizca de sal
Para adornar:
1 huevo
Azúcar
Ponemos en un bol los huevos, el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente. En un vaso templamos un poco la leche, justo para que no esté fría, deshacemos en ella la levadura y lo añadimos al bol.
Mezclamos todo con un tenedor y a continuación con las manos y vamos agregando la harina poco a poco y la pizca de sal.
Tiene que quedar una masa fina sin grumos.
Dejamos reposar hasta que doble el volumen, una hora aproximadamente, en un sitio cálido.
Esta masa estará pegajosa pero intentaremos partirla en ocho trozos con un cuchillo afilado.
Enharinamos la superficie de trabajo y damos forma redonda a los bollos. Los colocamos en una bandeja para horno donde hemos puesto papel de horno.
Dejamos reposar nuevamente cubiertos con un trapo, de dos a tres horas. Según la temperatura de la cocina subirán más pronto o les costará más. Ya veréis que tienen que doblar el volumen y casi tocarse unos con otros.
Pasado este tiempo encendemos el horno a 200º. Con un cuchillo afilado hacemos un corte a los bollos por encima y no muy profundo.
Pintamos con huevo batido con cuidado y mezclamos tres cucharadas de azúcar con unas gotas de agua. Nos tiene que quedar como si fueran pegotes de azúcar. Lo colocamos en el corte que hemos hecho. Horneamos a 200º arriba y abajo y con ventilador entre 12-14 minutos.
Retiramos y dejamos enfriar.
Están buenísimos con mantequilla y mermelada en el centro.
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