Fricandó de ternera

Los días de fiesta y sobre todo los días de fiesta mayor se suelen cocinar platos especiales.

Uno de estos platos que no podía faltar en las casas era este fricandó de ternera. 

No soy muy amiga de la ternera, y la verdad, como más nos gusta es a la placha, pero tanto en estofado como en este plato nos encanta.

Como acompañamiento admite cualquier variedad de setas: frescas, secas, de bote, etc.

Ingredientes:

Para 4 personas:

600 gr. de ternera en filetes cortada muy fina (tapa, redondo, filete de pobre, etc...)

1/2 cebolla

3 cucharadas soperas de tomate frito

1 rebanada de pan de baguette

1 cucharadita de pimiento rojo dulce

2 cucharadas de harina

2 ajos

8 almendras tostadas

1/2 vasito (50 ml.) de vino blanco

100 ml. de agua de remojar las setas

20 gr. de senderuelas secas (carreretes) o ceps (boletus)

Los filetes de ternera necesitamos que estén limpios de grasa y sin nervios. Los salamos, los enharinamos y los freímos en una sartén con abundante aceite caliente. Sólo vuelta y vuelta.

Los reservamos en una cazuela y en el mismo aceite freímos la rebanada de pan. A continuación añadimos la cebolla bien triturada y salamos. Dejamos pochar la cebolla muy despacio. Unos 15 minutos.

En un bol remojamos las setas con agua caliente.

Cuando esté cocida la cebolla añadimos el tomate y el pimentón rojo. Damos dos vueltas, añadimos la harina y dejamos que se tuesta. Sin dejar de remover introducimos el vino blanco y dejamos que se evapore, unos dos minutos. 

Mientras preparamos la picada, ponemos en un mortero el pan frito, los ajos y las almendras. Todo bien picado lo añadimos a la sarten. Echamos 100 ml. de agua de remojar las setas.

Cuando hierva lo tiramos en la cazuela donde habíamos reservado la carne. Dejamos que se haga muy despacito con el fuego bajo durante 30 minutos mínimo. A los 15 minutos añadimos las setas a la cazuela.
Probamos la carne y si no está tierna añadimos un vasito de agua de remojar las setas (50 ml) y cocemos unos 15 minutos más o hasta que la ternera esté tierna. Recticamos de sal y apagamos.
Si vemos que se nos acaba el caldo o la carne se pega podemos añadir también un poco más de agua.